Del barrio de Salamanca a la Plaza de España de Sevilla hay 535,4 kilómetros. Más de un centenar de personas -la jornada anterior fue más de medio millar, de la Palmera a San Telmo y también en Nervión- volvió a salir en Sevilla a las calles, guardando la distancia en la medida de las posibilidades, con mascarilla y cacerolas algunos, como signos identificativos, y banderas de España, para protestar por la gestión de la crisis del coronavirus por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y por la prolongación del Estado de Alarma. En la zona de Santa Justa San Pablo se oyó el grito, al ritmo de las cacerolas, de “Sánchez, vete ya”. También se cantó “Libertad” y “Gobierno, dimisión”.
Los asistentes eran de edad variada, desde jóvenes a ancianos. Los transeúntes miraban al personal con sus cacerolas con los ojos impávidos y como platos, como los espectadores de “Esta noche fiesta” de José María Íñigo en marzo de 1977 cuando a Tony Leblanc le dio por salir al escenario a pelar y comerse una manzana. El famoso número del pero. Las “disyuntiva Tony Leblanc”, que ya tuvo un papel en Torrente, ahora es otra en España en medio del estado de alarma y tras el acuerdo de Pedro Sánchez para prolongar la excepcionalidad otros 15 días. Woody Allen sostenía en “Crímenes y pecados” que la comedia es igual a tragedia más tiempo.
Publicado en La Razón, el 19 de mayo de 2020: https://www.larazon.es/andalucia/20200519/rak6catdkfbufexo3v77exkxnu.html
Me gustaMe gusta